martes, 11 de enero de 2011

Hay algo en el pecho,
entre el alma y la poesía,
que no me está dejando en paz.
Hay la sensación de inercia,
hay la culpa.
La noche se me presenta
como damas blancas
que viven en mis espaldas.
La noche me aprieta el pecho
con el amor pasado, dolido,
con el amor de alfileres vudú.
Hay la certeza de que Buenos Aires
me llena
[soberanamente] el alma
cuando no estoy habitándola.
Hay el saber que si vuelvo a ver el río,
puedo enamorarme de él,
y me dolería el pecho, no de culpa,
no de celos, no de poesía.
El alma se me rompería de amor.
Estoy en condiciones de afirmar
que Buenos Aires es una dama
muy preciada como para serle fiel.

5 comentarios:

  1. Increible ternura anuncia este blog y un poema abriendo fuego con este enamoramiento fatal que tantas víctimas ha cobrado
    Felicitaciones por tu cumple y por esta apertura que ya empiezo a disfrutar
    besosdeesos

    ResponderEliminar
  2. A la pipetuá.

    "con el amor de alfileres vudú"

    Dice Sabina que Bs As tiene esa magia de las grandes ciudades que "lo mata" .. tanto como le da vida.
    Yo creo que esas cosas las tienen las ciudades que nos "encantan". Tiene Bs As "qué sé yo"..

    Tu alma es puro rio y atardeceres naranjas, pequeñá Gegé.

    Es sencillamente hermosa tu poesía.
    Y a vos te adoro.

    Abrazo sonsona. :)

    ResponderEliminar
  3. genial!
    escribis lindo

    esas sensaciones cuando estamos lejos de nuestro lugar, lo hace todo mas lindo alli.
    y el verso final esta perfecto

    un saludo

    ResponderEliminar
  4. Coincido con la segunda señorita que firmó.
    Te extraño, perra.
    Hay ganas de Buenos Aires, de arte, de música bizarra y libros...y esperas del 109. Je.
    Te quiero mucho!

    ResponderEliminar
  5. Siempre me gustó tanto tu poesía.

    ResponderEliminar